Sobre el por qué los riojanos seríamos monárquicos, si Titín III fuese rey.

Os voy a contar una historia. Un cuento sobre un deporte, para unos más y para otros menos conocido. Su nombre es pelota a mano, y su historia la podéis leer aquí. Entre su más reciente pasado y su presente hay una figura que resalta sobre las demás, sobre todo para los riojanos, Titín.

No les voy a mentir, no soy un seguidor fiel de la pelota. Pero sí que he crecido rodeada de ella. Titín debutó en mi pueblo, a mi familia le gusta la pelota, en mi verano de prácticas en el diario LARIOJA me tocó cubrir la pelota, perdónenme entonces si estos días he estado pesado con ella, pero ¡coño! Ese hombre lo merece.

Jugador incansable, con una precisión tremenda y que parece esquivo a los golpes de la edad. Un día un amigo contó una historia de su hermano. Se encontraban discutiendo sobre quién es mejor deportista español de todos los tiempos. El hermano contestó: Induraín, a lo que mi amigó respondió, por qué. Y la respuesta fue: porque tiene una canción. Y así es.

Al contar la historia, los presentes quedamos sorprendidos por la precisión en la argumentación. Así de simple, y Titín también tiene su éxito. Además, el riojano es tan autóctono como el que más. Es un estandarte, una bandera, el Raúl de La Rioja.

No recuerdo ningún gesto feo de cara a la galería. Ningún mal sabor de boca, durante el constante goteo de información que he recibido de él. Tampoco mala actitud, ni agresividad (fuera de lo deportivo claro). Así es él, imagen de hombre afable y respetuoso, un buen tipo.

Incluso compararía las imágenes de Titín, con la que me ofrece la del Rey. Siempre tranquilos, sin un mal gesto, gente dispuesta a todo, lo que se dice unos buenotes, campechanos, que les gusta el buen comer y el buen beber, y como no, el reposar tras la comida. En fin, tonterías mías.

LES LUPAS AUPA TITIN(hacia la mitad)